Por Gladis Candelo Candelo / La ruta para atención de vulneración de derechos por situación de violencia contra niños, niñas, adolescentes y/o mujeres, están planteadas, para el caso de la primera infancia, infancia y adolescencia en la Ley 1098 de 2006.
Las instituciones educativas y de protección en este caso los Hogares Infantiles, Hogares Comunitarios, Jardines Infantiles o Centros de Desarrollo Infantil CDI, deben acoger dichas medidas e incluso, consultar a la autoridad encargada de la protección a la niñez como lo es el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, a través de las seccionales.
La violencia de que fue víctima una menor de 9 meses, conlleva a que tanto padres de familia, acudientes, directivos y docentes de este tipo de establecimientos de protección y/o educación, acojan protocolos claros que garanticen a los infantes y a sus padres o familiares, la tranquilidad que deben ofrecer dichos centros de cuido o formación.
Lo primero que se debe verificar cuando se matricula a un bebe o infante en un jardín, hogar de protección, o escuela de formación de menores, es la idoneidad de quien dirige dicho establecimiento, el personal docente y el personal auxiliar. No basta con escuchar sobre testimonios o experiencias vividas.
Lo segundo, es saber si el establecimiento está registrado y tiene control de parte de las autoridades competentes, en este caso ICBF, Secretaría de Educación y otras instancias.
Tercero, tener en cuenta que si nuestros hijos (as), son llevados dichos centros, enterarse de novedades (enfermedades, accidentes, alimentación, clima, estado de las instalaciones etc), para saber que puede afectar de manera positiva o negativa su diario vivir.
Cuando se presentan agresiones o accidentes, tanto directivas como jardineras o docentes deben informar vía escrita a los padres de familia o acudientes de las novedades. Si es grave, consultar a la aseguradora (según póliza de seguro adquirida) o en su defecto, según la gravedad, enviar por urgencias al pequeño afectado.
Cada establecimiento de protección o educación, debe saber que cuando se trata de niños, niñas, adolescentes o mujeres, la prioridad es preservar la vida, por tanto, la ruta demanda, consultar al médico, notificar a la autoridad competente, policía de menores, comisaria de familia o fiscalía y al ICBF y de forma simultánea a los padres o acudientes del menor.
Es necesario entonces respetar los protocolos, conocerlos y aplicarlos, para que no se repitan hechos como los que hoy registran los medios y que ponen en evidencia un hecho violento contra una menor de 9 meses, preocupando a padres de familia y de paso poniendo en entredicho a todo el establecimiento de protección.